Sólo les escribo para sugerirles que no hablen de "triunfo ajustado" y esas cosas. En la Argentina, ganarle al oficialismo, a la burocracia sindical, es una victoria gigantesca, y más cuando se ha ganado la provincia y el departamento Paraná por lejos. Recordemos que ya el oficialismo fue desdibujado porque solo perdía 80 a 20, y aún así no se pudo imponer.
Es un triunfo legítimo que marca la voluntad inquebrantable de la mayoría de los docentes entrerrianos de provocar un cambio en la forma de conducción, en la forma de lucha, y en la mirada sobre la educación, pero además genera expectativas renovadas por la democracia y por las oportunidades del movimiento obrero de salir del corral de los gordos.
Esta victoria es una de las pocas y raras alegrías que nos da la democracia, siempre tan maniatada, y como tal debe ser defendida.Por eso aplaudo las convicciones de la Roja y Negra para defender no un triunfo solamente que ya es mucho sino un derecho de todos los entrerrianos a que el régimen corrupto deje de manosear todo lo que le estorba, como manosea a diario.
Todo mi apoyo de corazón, y mi repudio al desgaste estúpido al que están sometiendo al gremio cuatro dirigentes irrelevantes que cuando se vayan de Agmer no representarán ni a su familia, una actitud artera cuando la provincia y el país y América nos necesitan fuertes.
Abrazo y ánimo. Tirso.
