BIENVENIDO AL SITIO DE LA AGRUPACION ROJO Y NEGRO

Nada podemos esperar sino de nosotros mismos. José Gervasio Artigas


sábado, 20 de marzo de 2010

Res non verba



(Obras no palabras)



Mientras que para el gobierno, AGMER “tiene una contradicción entre el discurso y la acción”, desde AGMER corroboramos que los discursos de la administración en este sentido son una entelequia, que carecen de formalidad y a lo que le suma el uso sistemático de la lógica discursiva de nuestra institución. Agradecemos que públicamente reconozcan que leen nuestros documentos y que los mismos los nutre para establecer una improvisada respuesta con el propósito de justificar lo injustificable.


El gobierno de la educación reconoce que la implementación de la Ley Federal de Educación, fragmentó los saberes con una cantidad de espacios curriculares que en nada contribuyeron a la formación de los adolescentes, con la consecuente fragmentación de los conocimientos, que dispersó los saberes, que precarizó la situación laboral de los docentes, y en éste sentido nos preguntamos ¿qué peregrina idea recorrerá las estructuras cognitivas del gobierno que piensa, y sostiene que esta reforma es innovadora, inclusiva y contenedora?, ¿desde dónde sostienen que los espacios de la nueva estructura curricular tales como, producción multimedial en lenguajes artísticos, taller de desarrollo local, taller de medios de comunicación I y II, opinión pública y medios de comunicación, educación y nuevas tecnologías, sin olvidar el espacio de juventud participación y ciudadanía, garantizan en primera instancia la no fragmentación del conocimiento por parte de los alumnos al mismo tiempo que avalan la estabilidad del compañero docente? Cuando saben que trabajan contra reloj para establecer las competencias docente en función de cubrir los nuevos espacios en las escuelas, que según el gobierno, voluntariamente y de manera consensuada, accedieron a ser escuelas muestrales, olvidando que perfiles, existen cientos, pero “NO” competencias docentes para la cobertura de los mismos, y en consecuencia se repite la metodología de acceso por medio de proyectos tirando por la borda la posibilidad y el derecho garantizado constitucionalmente de estabilidad. ¿De qué divorcio nos hablan entre discurso y acción? ¿Cuál es la contradicción?


Seguimos sosteniendo que una reforma es imperante, pero que necesariamente deben establecerse criterios justos que contenga a todos los sujetos sociales que participan del proceso de cambio y fundamentalmente en lo referente a la enseñanza aprendizaje, garantizando el acceso, la permanencia y el egreso con una formación integral en saberes y no en servicios, que asegure a toda la matrícula tener una formación sólida y propedéutica.


Entendemos que como institución debemos bregar por establecer condiciones dignas de trabajo para nuestros compañeros sin que ello se agote en lo salarial, punto neurálgico éste para comenzar a establecer reformas que garanticen seriedad y compromiso con el propósito de asumir un sistema educativo que tenga proyección a corto, mediano y largo plazo.


Cuando reflexivamente el gobierno expone en sus documentos la necesidad de “humanizar la educación”, nos deja la sensación de que han comprendido la lucha que históricamente hemos encarnado en el sindicato y parecieran reconocer que nosotros sabemos quiénes son nuestros chicos, no como mera matrícula y un número más en las estadísticas, sino como sujetos atravesados por una historia, con necesidades, inquietudes, intereses, proyectos que se van viendo frustrados al encontrase con espacios inadecuados en las escuelas, con la falta de mobiliario, transporte, material didáctico, sin coberturas de las materias que les corresponde para su formación, sin docentes, con comedores con recursos insuficiente, etc. No se trata solamente de pensar en “escuelas humanas” no debe agotarse solamente en exponerlo como una entidad ideal, por el contrario, pensar en el sentido ontológico de un sistema que comprenda y contenga absolutamente a todos los sujetos, garantizando todos los derechos y obligaciones constitucionales en educación, atendiendo los estatutos vigentes y pensando su extensión y existencia en el tiempo y el espacio.


Como sujetos protagónicos del acto educativo e, incluso, sostenedores de la escuela pública tenemos una doble obligación en relación con el Conocimiento: contribuir a la transformación del Sistema Educativo, conjuntamente con nuestras reivindicaciones sectoriales; como así también una revisión de las prácticas escolares que se realizan hoy en nuestra castigada escuela pública.
Es de carácter superlativo comenzar a otorgar espacios genuinos de debate, discusión y planificación educativa para que nada caiga en saco roto, estimulando de manera sistemática la participación, integración y compromiso del y con el colectivo docente entendiendo que nadie se apropia de aquello que siente ajeno.


Y en este sentido apelando a nuestra memoria recordamos que antes de la sanción de la Ley Nacional de Educación las máximas autoridades educativas de la provincia, expresaban “una ley por sí sola no garantiza el cambio de la educación, hay otras variables en juego”. Si no quieren repetir las consecuencias de la Ley Federal de Educación, RES NON VERBA, estamos esperando sus acciones para que las mismas no estén en contradicción con sus discursos.



J u n t a E j e c u t i v a
A G M E R C D C
ESCUELA P Ú B L I C A S I E M P R E